Poemas de Valentín Alarcón
Colón a medio día
El sol a medio cielo nos da sus resplandores,
Están como dormidas las calles de Colón,
Y del lado del puerto dos pibes vendedores,
Avanzan ofreciendo "La Prensa" y "La Nación".

No hay tráfico y se notan desiertas las aceras,
En una esquina espera clientes un lustrador,
Y por la calle Urquiza vuelven las cigarreras,
A entregarse de nuevo a su ruda labor.

Se oyen golpes de hierro desde un taller distante,
Los ómnibus regresan de fábrica Colón,
Y allá junto a la plaza bosteza un vigilante,
Cansado por las horas que lleva de plantón.

Está como dormida nuestra avenida Urquiza,
El reloj de la Iglesia marca que son las dos,
Mientras que las campanas con voces enfermizas,
Doblan muy tristemente por alguien que murió.

Vals a Colón
Colón es un pedazo de tierra bendecida
Que el río Uruguay arrulla con melodiosa voz,
Es bella y pintoresca nuestra ciudad querida
Que fundó el gran Urquiza y embelleció Quiróz.

Colón, ciudad tranquila rodeada de sauzales,
El que te ha conocido no te olvida jamás,
Por el canto grato de tus verdes ceibales

Y tus calles cubiertas de azul Jacaranda.

Hermoso es tu balneario, tu puerto, tu ribera,
Tu parque un paraíso pleno de sugestión,
Y tus noches de luna junto a la costanera
Invitan al ensueño y a la meditación.

Colón de mis anhelos, acéptame te pido,
Estas humildes rimas que hoy te dejo para vos,
Sos joya de Entre Ríos donde están fundidos
El cerebro de Urquiza y el brazo de Quiróz.
Son muchos los poetas que tus glorias cantaron,
Glosando tu belleza de forma magistral,
La mujer colonense que todos admiraron
Y que calificaron como angelical.

Colón es un pedazo de tierra generosa
Y aquel que te conoce no te olvida después,
El Uruguay te brinda su canción rumorosa
Y te ofrece tu espejo para que te mirés.
Hermoso es tu balneario, tu puerto, tu ribera,
Tu parque un paraíso lleno de sugestión
Y tus noches de luna junto a la costanera
Invitan al ensueño y a la meditación.

Poema que refleja nuestro sentimiento por nuestro pueblo:
Mi lugar
Yo me apego a la tierra en que he nacido
Aquí están mis recuerdos y mi sueño;
Aquí creció la sed de mis empeños
Y aquí seré feliz o habré perdido.

Para vivir prefiero lo querido
Mi gente y mi ciudad que son mis sueños;
El fuego del lugar ardido en leños Como arde el corazón cuando está herido.
Aquí aprendí a querer, aquí he cantado,
Aquí tambien sufrí y aquí he llorado,
Como el niño que fui, de cara al río.
Por eso no me voy, porque no puedo
Porque este es mi lugar y aquí me quedo,
Otro será mejor, pero este es mío.
Julio Federik.